Les presento a tres jóvenes gay en Río de Janeiro que están pasando por muy diferentes experiencias con el VIH: Víctor, que es VIH negativo, se siente traicionado y disgustado cuando su nuevo novio, Henrique le cuenta que tiene VIH. A la vez Henrique se siente descorazonado por los frecuentes rechazos que le trae su estado de VIH. Y por último Ian, que tiene un ataque de nervios porque su prueba de VIH le acaba de dar positiva, pero al salir de la clínica se encuentra con el bueno de Víctor que le ofrece presentarle a alguien que conoce que está viviendo con el VIH: Henrique.
Así comienza la deliciosa novela juvenil Where We Go From Here (en portugués “Você tem a vida enteira”, no disponible en español al momento de esta publicación), recientemente traducida al inglés por el departamento PUSH de la editorial Scholastic. Contada desde los variados puntos de vista de estos tres chicos, la historia los acompaña en su tránsito por la escuela, sus carreras, la vida familiar, las salidas, el amor, el VIH, el sistema legal y de salud de Brasil y un peligroso exnovio en busca de venganza.
POZ se comunicó vía email con Rocha, que es bibliotecario en São Paulo, acerca de su relato universal. Nuestra entrevista fue editada por cuestiones de espacio y claridad.
¿Cuánto sabías sobre el VIH antes de escribir el libro?
Algo sabía, pero aprendí mucho durante todo el proceso, especialmente sobre U=U [siglas en inglés para Indetectable = Intransmisible] y PrEP [profilaxis pre-exposición]. Tuve el primer momento de inspiración para escribir Where We Go From Here después de leer un artículo médico que preguntaba qué pensaba la gente actualmente acerca del VIH y descubría que las personas siguen teniendo muchos prejuicios. Lo primero que hice fue buscar novelas para adultos jóvenes que presentaran un diálogo acerca del VIH de una forma que pudiera dar esperanzas para el futuro, pero no encontré muchas, así que decidí escribir una.
Por eso la investigación fue mi objetivo principal. Tuve que tener un cuidado especial para transmitir la información correcta y no oblació conceptos erróneos y/o ideas o terminología equivocadas. Visité centros de tratamiento y hablé con pacientes y oblaci de enfermedades infecciosas. También tuve que reescribir mucho el texto después de que leyeran el libro mi agente, los lectores especialistas, mi editor brasilero, mi traductora y mi editor en EE.UU. Fue un trabajo colectivo del que me siento muy orgulloso.
¿Cuál es la actitud en Brasil hacia el VIH y las oblaciónes LGBT?
Todo depende de cuánto dinero tengas, con qué género te identifiques y del color de tu piel. Cuando hablamos de la comunidad LGBTQ+ tenemos que hablar de interseccionalidad, porque recibimos muchas críticas del mundo heterosexual, pero también existen muchos prejuicios dentro de nuestra propia comunidad. Por ejemplo, en mi país soy un hombre gay que puede pasar por blanco, por lo que me toca lidiar con algunos temas relacionados con eso, pero sé que no es lo mismo si lo comparo con lo que tienen que soportar las mujeres trans negras todos los días.
Con respecto al VIH específicamente, aún existe mucho prejuicio en Brasil, dentro y fuera de la comunidad LGBTQ+. La información está disponible en distintos lugares, pero el fantasma de la epidemia del SIDA sigue muy vivo aún.
¿Se educa sobre el VIH en las escuelas?
En la mayoría de las escuelas brasileras no se da educación sexual. Lo único que aprendí sobre el VIH cuando era chico fue que es una ETS (enfermedad de transmisión sexual), un término que ya no usamos para hablar sobre el VIH. Eso fue durante una clase de biología en la que después pasaron un documental rarísimo que mostraba muchas otras imágenes repugnantes de ETS, que lo que intentaba era asustarnos y convencernos de que los condones y la abstinencia eran las únicas formas de protección. Los medios de comunicación y la familia son los principales responsables de educar a los chicos sobre el VIH, pero ellos tampoco recibieron una educación apropiada. Así que es un círculo vicioso.
¿Cuáles eran tus metas al escribir este libro?
Quería ofrecer una historia feliz. Es importante que las personas VIH positivas sepan primero que no están solas, y segundo, que pueden tener vidas hermosas y plenas. Una de mis principales motivaciones era contar una historia que no se enfocara en sobrevivir sino en prosperar.
¿Por qué cuentas la historia desde tres puntos de vista?
Quería hablar sobre el VIH con matices, y tener las voces de Ian, Víctor y Henrique, cada uno con una perspectiva diferente del VIH me ayudó. Esa dinámica fue fundamental para discutir las diferentes relaciones entre las personas, la soledad de una persona VIH positiva, los primeros miedos que aparecen, los nuevos conocimientos que adquiere una persona al ser diagnosticada, y todas las cosas que nosotros como sociedad, asumimos acerca del virus y de las personas que viven con él. Una vez que establecí las voces de los tres en mi cabeza, la creación del mundo alrededor de ellos me resultó muy natural.
¿Alguno de los personajes fue más fácil o más difícil de escribir?
¡Si! Víctor fue el más difícil, es el más joven, el que tiene una situación más privilegiada y del que tuve que aprender más. Él tuvo que andar su propio camino para aceptar y comprender lo que significa estar en una relación con una persona VIH positiva, y muchos de sus prejuicios y pensamientos negativos son muy distintos de los míos, pero él también expresa muchas cosas que yo pensaba cuando era más joven.
Cuéntanos sobre el acceso a la atención médica para el VIH en Brasil.
¡Brasil tiene uno de los mejores sistemas de tratamiento universal para el VIH y SIDA en el mundo! Esa es una de las cosas que la mayoría de las personas no se dan cuenta, pero el sistema de salud pública de Brasil es muy eficiente en lo que respecta al tratamiento del VIH, especialmente en una gran ciudad como Río de Janeiro. Lo único que necesitas es tu documento de identidad y tu tarjeta de la salud pública (que es gratuita), y con eso puedes comenzar tu tratamiento.
¿La ley brasilera protege a las personas que tienen VIH?
Si, Brasil aprobó una ley muy clara (N. 12.984) en 2014 que asegura algunos derechos para las personas VIH positivas, como por ejemplo el derecho a la educación, la imposibilidad de ser despedidos de sus trabajos debido a su estado y/o la divulgación de su estado positivo con la intención de avergonzarlos públicamente.
Tu presidente se parece bastante a Trump ¿Puedes contarnos cómo está la situación política en Brasil para las poblaciones LGBT y con VIH?
Jair Bolsonaro es la clase de presidente que ladra mucho y apunta a comunidades específicas para distraer sobre sus otras intenciones. Ya ha dicho que él preferiría que uno de sus hijos muriera en un accidente a que le diga que es gay.
Al mismo tiempo que públicamente habla pestes sobre las personas LGBTQ+, aprueba leyes que le permiten a los terratenientes quemar los bosques naturales para criar ganado. Esa es su forma de operar. Lo que más me preocupa no son sus ladridos, sino los aplausos y el apoyo de su electorado.
Para terminar, tu novela está llena de referencias a la cultura popular de los Estados Unidos. ¿Has estado en los EE.UU. y americanizaste el libro durante el proceso de traducción?
Al margen de algunas referencias brasileras muy específicas, no cambié mucho. Supongo que algunas personas en los Estados Unidos tienen tendencia a ver a Latinoamérica como una especie de lugar exótico (hay mucho más que samba, fútbol, carnaval y bosques naturales en Brasil), pero en realidad tenemos muchas más cosas en común que lo que pudiéramos pensar.
La comunidad gay en Brasil adora a Lady Gaga, Madonna, RuPaul’s Drag Race y a Cher, igual que la comunidad gay de los Estados Unidos, la de México, la de Bolivia, etc. Pero nosotros también tenemos nuestras propias reinas, como Pabllo Vittar y Gloria Groove, que agregan aún más buena música a la mezcla.
Nunca estuve en los Estados Unidos, pero crecí consumiendo muchos shows de TV, música, películas y libros producidos por artistas de los Estados Unidos, así como de artistas de otras partes del mundo, y esa combinación ha construido mis referencias como persona y como artista.
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